Síntomas del Síndrome Premenstrual



Generalmente los síntomas del SPM vienen marcados por el ciclo lunar, si bien el problema no radica en la luna sino en un útero enfermo que pasa por sano en los exámenes rutinarios ginecológicos.
Provoca, en alrededor de un 75% de las mujeres en edad fértil, numerosos síntomas físicos y emocionales. Estos varían de una mujer a otra y pueden ser leves, moderados, severos e incluso muy graves como el llamado trastorno disfórico premenstrual
Entre los síntomas más comunes destacan:
- Depresión, irritabilidad, cambios bruscos de humor, fatiga, falta de concentración, frigidez, cefalea o síndrome jaquecoso.
- Frecuentes molestias abdominales y pelvianas con predominio de estreñimiento, colon irritable y distensión abdominal.
- Bulimia, antojos, ansiedad de ingerir en exceso alimentos ricos en hidratos de carbono, con el consiguiente aumento de peso y mayor riesgo de desarrollar diabetes.
- Inflamación de las mamas, dolor y sensibilidad. Aparición de nódulos transitorios
- Retención de líquido, edemas e hinchazón en general
- Palpitaciones, hipotensión arterial e hipotermia.
- Dolores de espalda, musculares y articulares.
- En algunas pacientes, agravación de cuadros de acné, rosácea, psoriasis y reumatismos.
Normalmente son cíclicos y se presentan en la segunda fase del ciclo (tras la ovulación):
1.- Días previos a la menstruación, entre 10 y 7 días (Síndrome Premenstrual-SPM)
2.- Durante la menstruación.
En ocasiones algunos síntomas se alargan a la fase posterior de la menstruación y/o reaparecen durante la ovulación. En otros casos algunas molestias pueden ser durante todo el ciclo.
 
Otros síntomas: deseos de morir, menstruaciones largas (más de 5 días), mareos, desmayos, vértigo, bruxismo (apretar las mandíbulas, sobre todo durante la noche), rinitis alérgica, calambres, tensión en la zona uterina (debido a la infección crónica, a veces son tan sutiles que pasan desapercibidos), facilidad de aparición de hematomas (cardenales), ojos enrojecidos, lengua sucia, sequedad en la piel, gases (meteorismo), nauseas, tobillos hinchados, piernas pesadas, picores (prurito), dificultad para entrar en calor, hinchazón en la cara, desgana de relaciones sexuales o exceso de ganas (ninfomanía), dolor con las relaciones sexuales en las que interviene la vagina (dispareunia), frecuencia de ganas de orinar (debido a la presión que ejerce el útero inflamado sobre la vejiga), depresión postparto, infertilidad.