La sensibilidad química múltiple (SQM) es una afectación que condiciona, en mayor o menor grado, la calidad de vida de muchas
mujeres (el 80% de los afectados por SQM son mujeres). Los síntomas los detonan múltiples agentes químicos muy comunes en la vida cotidiana: ambientadores, detergentes, geles, cosméticos, perfumes, pinturas, disolventes, gasolina,
tabaco, etc.
Los síntomas más comunes son:
- Molestia a olores de perfumes, gasolina, interior de un coche nuevo, humo, etc.
- Migrañas, dolores de cabeza o embotamiento mental
- Mal estado general
- Náuseas y vómitos
- Lagrimeo, visión borrosa y picor ocular
- Vértigo y desorientación
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones, arritmias
- Fatiga
- Sinusitis y rinitis
- Dificultad de concentración
- Mareos
- Dolores de estómago, permeabilidad intestinal, mala absorción de nutrientes
- Síndrome Premenstrual
- Dolores musculares
- Ansiedad / depresión En la actualidad la SQM,
conocida como una de las enfermedades del S.XXI, está reconocida por varias
organizaciones y países como España, Alemania, Suiza o Japón. Un documento promovido por asociaciones de pacientes y
diferentes expertos, como el Dr. Joaquín Fernández-Solá (Hospital Clínic de Barcelona), ha establecido la definición de un afectado/a de
SQM: Cualquier individuo que, con la
exposición a diversos agentes químicos ambientales a bajos niveles, presente
síntomas reproducibles y recurrentes que impliquen a varios órganos y sistemas,
pudiendo mejorar su estado en el momento en que los supuestos agentes causantes
sean eliminados o se evite la exposición a ellos.
Existe un cuestionario de autoevaluación llamado QEESI
(Quick Environmental Exposure and Sensivity Inventory) que mide la
gravedad de la SQM.
Dependiendo del grado de afectación, el/la paciente de SQM podría rechazar a personas con perfume, verse incapaz de realizar determinados trabajos o actividades e incluso, en los grados más severos, no poder salir de su casa, la cual ha de estar adaptada para esta condición.
Además, la SQM se suele acompañar de
otras intolerancias: a determinados alimentos, a la exposición al sol, al
frío, a los cambios de temperatura, a las ondas electromagnéticas y al ruido. Y
también suele estar relacionado con otros diagnósticos como fatiga crónica y
fibromialgia. Todo ello suele englobarse como Síndrome de Sensibilidad Central. La prevalencia de todas estas enfermedades crónicas siempre es mucho mayor en mujeres, como ya explicamos en este post.
El diagnóstico se realiza a partir de
los síntomas y las limitaciones de cada paciente. Destacamos la importancia de la concienciación, porque los pacientes suelen
enfrentarse a situaciones en las que sus síntomas se confunden, se diagnostican
de forma incorrecta o se les deriva a diferentes especialistas, sin conseguir
un tratamiento apropiado.
El tratamiento debe ser
personalizado y consiste, principalmente, en evitar la exposición a determinados
agentes químicos. Para ello, hay que tener en cuenta si la sintomatología
se produce repetidamente ante la exposición a un mismo agente y si mejora una vez no se está en contacto con
él.
Asimismo, el uso de mascarillas apropiadas puede ayudar en el caso
de exposición a alguna de las sustancias.
Otras medidas o
recomendaciones son:
- Control de la glucosa en sangre y las infecciones por hongo cándida. Ver ESTE vídeo.
- Ejercicios de respiración, estiramientos, meditación,
yoga, taichí, etc.
- Purificar el agua
- Airear las habitaciones
- Reposición de nutrientes por vía intravenosa (en casos
severos)
- Inmunoterapia
- Hidroterapia de colon
- Oxigenoterapia
Es un error la toma continuada de medicamentos paliativos
como analgésicos o psicofármacos (tranquilizantes o antidepresivos), ya que lo
que genera es más toxicidad y, por consiguiente, a la larga se agravan los
síntomas.
Si todas las personas nos
concienciamos y reducimos en lo posible el uso de productos químicos, disminuiremos nuestra
predisposición a padecer esta enfermedad, así como infertilidad, enfermedades
autoinmunes y degenerativas; pero además ayudaríamos a todas aquellas
personas que viven cerca de nosotros y tienen una sensibilidad extrema.
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