Una de las cargas más limitantes que sufren las mujeres condicionadas
por su ciclo menstrual es la incomprensión. Por un lado la incomprensión médica: la mujer con Síndrome Premenstrual (SPM) o histerotoxemia inflamatoria cíclica (HIC) “no es una enferma”. Todos los análisis médicos suelen
salir dentro de los parámetros normales, lo que significa que médicamente la mujer está sana. Además, su problema es tan común que termina siendo considerando algo “normal en la naturaleza de la mujer” que
haya cambios de humor, depresiones, irritabilidad, dolor menstrual, dolor
lumbar, migrañas, fatiga extrema etc. La mujer sale de las consultas médicas con la idea de: “es lo
que me toca por ser mujer”, o bien: “exagero, lo mío es psicológico”.
También hay incomprensión por parte de las personas que
rodean a la paciente: familiares, amigos, compañeros de trabajo e incluso mujeres
que no sufren estos síntomas o los padecen en forma leve. Todos ellos no entienden
que una mujer pueda llegar a pasar verdaderos calvarios (físicos y emocionales) relacionados con su ciclo menstrual. La afectada suele avergonzarse de
expresar su malestar por algo que le sucede con tanta frecuencia. O si lo expresa
terminará resultando pesada y quejica. Y es que hablamos de algo mensual y que, en algunos casos, puede llegar a condicionar más de 20 días
al mes (con diferentes síntomas). Así que la gran mayoría termina disimulando
sus síntomas o negándolos en la medida de lo posible. Es su forma de intentar ser aceptada dentro de su círculo social y familiar, pero el disimulo termina suponiendo otra carga más.
Recomendamos que la mujer que sufre SPM severo se haga consciente de que tiene un problema, una condición o una enfermedad y que así debería exponerlo a sus médicos y a su entorno. Que acepte sus limitaciones y busque ayuda profesional desde la causa (infección/inflamación crónica y déficit inmunitario).