Perspectiva del Dr. Attila Toth

Al igual que el Dr. Lolas, el patólogo y ginecólogo Attila Toth lleva décadas centrado en erradicar las infecciones crónicas del aparato genital de la mujer. En su caso el objetivo principal es que recuperen la fertilidad, pero también devolverles su calidad de vida atenuando o eliminando los múltiples síntomas del denominado Síndrome Premenstrual (SPM). Su larga y extensa experiencia clínica, de más de 30 años, indica que los patógenos son la principal causa de infertilidad y otros problemas en humanos, como era de esperar, ya que lo mismo ocurre en otras especies animales, donde sí está formalmente demostrada la relación causal y se puede encontrar extensa literatura sobre el tratamiento.
El Dr. Toth publicó un estudio prospectivo que relacionaba el SPM con infecciones crónicas del aparato genital femenino.  En el presente artículo queremos centrarnos en sus estudios sobre la infertilidad, bien documentados en su libro “Fertile versus Infertile”, en el que aborda la influencia de las infecciones genitales en la fertilidad, la salud de la mujer y también en la salud del bebé. Para Toth, el concepto de fertilidad trasciende el embarazo y abarca también el nacimiento y la salud del recién nacido. En su experiencia, un aborto espontáneo, un parto prematuro, un bebé enfermo o con bajo peso, son sucesos estrechamente vinculados a infecciones uterinas. De esta manera, para Toth, el período de gestación tiene una gran repercusión en la futura salud.
En su libro, Toth diferencia dos vías en que los microorganismos se transmiten entre personas: horizontal y vertical.
La transmisión horizontal implica básicamente los contagios por vía sexual, aunque Toth extiende la lista de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) mucho más allá de las comúnmente establecidas (gonorrea, sífilis, VIH,Chlamydia, VPH). Para él debería incluso estudiarse el sobrecrecimiento de bacterias consideradas “normales”; por ejemplo, un sobrecrecimiento de Lactobacillus, bacteria común de la flora vaginal, podría conducir a una alteración funcional. Por otra parte, debido a la mecánica del acto sexual, con el impacto del pene sobre las paredes vaginales y la inyección del líquido seminal, es mucho más frecuente la transmisión horizontal del hombre a la mujer que de la mujer al hombre.
La transmisión vertical es el contagio de la madre al bebé, principalmente en el momento del parto, pero también durante el embarazo. Dada la manera en que funciona la transmisión vertical, los agentes infecciosos pueden propagarse a través de generaciones de los dos progenitores, confundiendose en muchas ocasiones la patología generada, con una predisposición genética, sin que nada tenga que ver con ella. En cualquier caso, Toth incluso formula la hipótesis de que los mismos patógenos también puedan llegar a causar alteraciones genéticas.
Cada vez más, la ciencia está correlacionando las infecciones con importantes enfermedades de causa anteriormente desconocida: mentales (depresión, esquizofrenia, autismo, Alzheimer, etc.), cardíacas, numerosos tipos de cáncer, diabetes, Parkinson, esclerosis múltiple…, con lo que no sorprende que estos mismos patógenos puedan también causar problemas reproductivos. En este sentido, Toth como patólogo y experto en infertilidad, ha tomado una parte activa e incluso protagonista en explorar y verificar este enlace en su propia investigación y práctica médica.
En la mayoría de las ocasiones, estos patógenos, aunque estén causando estragos a nivel local y multisistémico, no son tenidos en cuenta o pasan desapercibidos en las pruebas médicas habituales. Toth advierte de la importancia de implantar protocolos de detección de infecciones que puedan interferir en la salud de la madre o del bebé, que permitan prescribir la prevención antibiótica adecuada.
Hay una gran variedad de patógenos genitales. Dentro de los grupos de bacterias, virus, hongos y parásitos existen infindad de géneros y especies con potencial para causar problemas en los sistemas de reproducción humana. Dentro del aparato genital, estos patógenos pueden crear fácilmente engrosamiento de los tejidos, adherencias, bloqueos o cicatrices, pudiendo obstaculizar la ovulación o dañar los óvulos y las trompas de Falopio. También pueden desencadenar otras complicaciones relacionadas con infertilidad femenina, como endometriosis, que en opinión del Dr. Toth es la forma más insidiosa de infección pélvica. También son relevantes la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP) o la vaginosis crónica. Esta última puede dar lugar a coitos tan dolorosos, que también condicionan la posibilidad de embarazo.
Pero al igual que las mujeres, los hombres pueden sufrir infecciones genitales que contaminen el semen afectando seriamente la efectividad reproductiva e incluso, al igual que en la mujer, su propia salud, si bien es cierto, según Toth, que la mayoría de los hombres infectados no experimentan síntomas ni locales ni sistémicos, lo que dificulta aún más el diagnóstico.
Para Toth son dos los principales factores de riesgo que facilitan estas infecciones genitales crónicas y, generalmente, subclínicas. En primer lugar el estado del sistema inmunitario, en el cual juega un papel fundamental el cuello del útero, al que Toth define como “un centro de control inmunológico”. Cuanto más debilitado esté el sistema inmunitario en conjunto, así como el cérvix, más fácil será que la infección prolifere y mayor la extensión de los daños. El segundo factor de riesgo es el número de parejas sexuales; cuantas más sean o hayan sido, más probabilidades de contagio, especialmente si no se utiliza preservativo. Éste es el anticonceptivo recomendado ya que además es la barrera más eficaz contra las infecciones.

La sistemática de diagnóstico de Toth incluye una minuciosa investigación de antecedentes familiares, parejas sexuales y antecedentes personales desde la infancia. En este último apartado presta especial interés a las infecciones crónicas o de repetición como otitis, amigdalitis, bronquitis, etc. Esta información le permite estimar el alcance de la infección en el presente. Paralelamente utiliza cultivos microbiológicos vaginales y endometriales, que permiten aislar los patógenos y ajustar la antibioterapia. En muchas ocasiones es necesario estudiar a la pareja sexual mediante cultivos de semen y orina y simultanear el tratamiento, ya que de nada serviría eliminar los focos infecciosos de la mujer si posteriormente encuentra un foco de reinfección en su pareja.En su libro, Toth critica la falta de conciencia sobre el papel que juega la infección genital en la infertilidad, no sólo por parte de la sociedad, sino también y especialmente por parte de la clase médica. Por ejemplo, es posible durante una inseminación artificial, inocular un semen contaminado directamente en el útero de la mujer, lo que comprometería no sólo la fertilidad, sino también la salud de la paciente.

El tratamiento se basa principalmente en una terapia antibiótica de larga duración administrada de forma oral o intravenosa combinada con instilación de antibióticos locales. En la mujer se realiza una serie de lavados uterinos, una técnica nada extendida en clínica humana, mientras que se practica rutinariamente en veterinaria equina para la patología de la fertilidad. En el hombre se llegan a utilizar infiltraciones antibióticas de la próstata.
En suma, el Dr. Attila Toth afirma, basándose en su experiencia, que las infecciones adquiridas, ya sea horizontal o verticalmente, son la principal causa de infertilidad, así como de otra sintomatología; por ello considera que la terapia antibiótica intensiva es la primera opción de tratamiento.
(Fuente: NG Clínicas)