Preguntas frecuentes

¿Qué es la Histerotoxemia o el Síndrome Lolas?
Es un conjunto de síntomas muy variados que aparecen periódicamente en relación al ciclo menstrual, se agravan en el periodo premenstrual y a veces durante la ovulación. Algunas mujeres llegan a tener sólo unos pocos días de alivio en un mes. Hablamos de afectaciones y dolencias como el llamado Síndrome Premenstrual (SPM) o Trastorno Disfórico Premenstrual y las demás afectaciones relacionadas con el ciclo femenino, así como otros temas de la mujer: depresión postparto, menopausia difícil y muchos casos de partos prematuros e infertilidad.
El nombre que le hemos puesto aquí, Síndrome Lolas, hace referencia al apellido del Doctor Jorge Lolas (investigador del tema) y porque, al mismo tiempo, responde al nombre de mujer derivado de Dolores (Lola). 
¿A quiénes afecta este síndrome?
Estudios realizados señalan que sufren de este síndrome, en mayor o menor grado, alrededor del 75% de las mujeres en edad fértil, agravándose hacia los 35 años. Aunque casi nunca es diagnosticado como tal, es la enfermedad que más afecta a las mujeres. Se estima que el SPM severo afecta a un 8% de las mujeres.

¿Cuáles son los síntomas?
Se han descrito más de 120 síntomas, los más comunes son las alteraciones psíquicas como la irritabilidad, agresividad, ansiedad, depresión, trastornos de tipo sexual como falta de deseo, frigidez, ninfomanía, orgasmos dificultosos o ausencia de ellos. Además de otros síntomas como dolores de cabeza, migrañas, vértigos, mareos, jaquecas, aumento de peso, colon irritable, dolores mamarios, sensibilidad en los pezones, dolores musculares, palpitaciones, flujo vaginal, picazón, menstruaciones dolorosas, molestias urinarias y más. Ver el artículo Síntomas”.

¿A qué se debe este síndrome?
Se ha demostrado que hay una alteración en la producción de sustancias inflamatorias por parte del útero, que son las causantes de la múltiple sintomatología de este síndrome. Hay una etiología de infección crónica subestimada así como un déficit de la respuesta inmunitaria.
Los factores pueden ser genéticos o no y la patología se agrava con traumas directos sufridos en el útero: partos, abortos, relaciones sexuales de penetración violentas, infecciones vaginales, etc., así como traumas indirectos: estrés, traumas psicológicos, vida sedentaria, alimentación inadecuada…

¿Por qué no todas las mujeres sufren de estas afectaciones?
Porque no todas las mujeres tienen el útero enfermo y/o no a todas las mujeres les afecta de igual manera, principalmente por la respuesta inmunitaria de cada una.
Es una cuestión similar a por qué no todo el mundo sabe lo que es un dolor de muelas. Es difícil encontrar a alguien que nunca haya tenido una caries o un dolor de muelas, etc. pero es común haber padecido algo relacionado con la boca. Algo similar pasa con el útero, la gran diferencia es que es un órgano sin descubrir. A pesar de todos los avances tecnológicos ha habido muy poco avance en la prevención de la salud de la mujer y desgraciadamente las inflamaciones crónicas uterinas pasan desapercibidas en controles ginecológicos habituales, aunque en muchas ocasiones las citologías revelen “reacción inflamatoria inespecífica” o algo similar, no se le da la importancia que merece.

¿Es sólo una cuestión física?
Así es. Aunque ciertos síntomas como las depresiones, la rabia, la angustia, etc. no albergan ninguna sospecha de que su origen sea de causa física, los estudios del Dr. Lolas dicen que sí, que el Síndrome Lolas es también una alteración somatopsíquica  (procesos físicos que dirigen la psique) cuyo origen radica en una alteración en la producción de sustancias inflamatorias (prostaglandinas y otros mediadores inflamatorios) por parte del útero, que son las causantes de la múltiple sintomatología, tanto física como psíquica.
Pero no estamos diciendo que todas las depresiones de la mujer tengan su origen en el útero. Se puede dar el caso de que una mujer tenga, por ejemplo, una depresión o un trastorno bipolar que se pueda ver agravado por el Síndrome Lolas.

¿Surten efecto los tratamientos hormonales?
Los tratamientos hormonales han dado resultados poco satisfactorios o han producido efectos secundarios relevantes. Ver el artículo y los comentarios de "Factores hormonales".

¿Cuál es el diagnóstico y tratamiento que sugerimos aquí?
A juicio del Dr. Lolas, el problema se origina en una deficiente respuesta inmunitaria que y una infección crónica del útero que, al inflamarse crónicamente incrementa la cantidad de sustancias (prostaglandinas y tromboxanos) encargados de provocar la menstruación. Tales sustancias, al entrar al torrente sanguíneo, provocan efectos tóxicos e inflamatorios en distintos órganos, lo cual provoca las diferentes reacciones físicas y psicológicas. Los síntomas pueden llegar a ser tan graves que "deterioran seriamente la calidad de vida de y salud de las afectadas". También están involucradas las toxinas que producen diferentes patógenos de una infección crónica no diagnosticada.
El tratamiento se centra, principalmente, en el útero. El enfoque tradicional de los médicos es examinar el útero mediante una prueba llamada el Papanicolaou (citología), y si encuentran inflamación sin signos de cáncer, tienden a ignorarla, pero si presenta señales graves de deterioro, usualmente lo extirpan (histerectomía)
Lolas y otros doctores abordan la problemática con tratamientos dirigido a combatir la enfermedad que provoca la infección e inflamación uterina crónica. Más información en el artículo Diagnóstico y Tratamiento.

¿Qué tan eficaz es este tratamiento?
Si se siguen todas las prescripciones médicas enfocadas en mejorar la respuesta inmune, en paliar la infección y la inflamación, se puede recuperar la calidad de vida en la gran mayoría de las pacientes. Requiere constancia y compromiso por parte de la paciente.
 
¿Dónde puedo tratarme?
Aquí está el listado de especialistas que, hasta la fecha, recomendamos.
 
¿Antes de pasar a la intervención qué pasos se pueden dar? ¿Qué hábitos o estrategias son recomendables para sobrellevarlo?
Dependiendo de la sintomatología de la paciente los pasos difieren si bien, por norma general, se prescribe una dieta pobre en alimentos inflamatorios y rica en antiinflamatorios, combinada con suplementos de vitaminas y magnesio. Ver artículo “Alimentación”.

Así mismo se recomienda:
- No usar tampones, se recomienda la copa menstrual con cuidado de que no obstruya el canal del cuello del útero. Si se utilizan toallitas higiénicas o compresas que sean de algodón y compradas preferentemente en farmacias o herbolarios.
- Evitar en lo posible el contacto directo del cuello del útero con el semen y las relaciones sexuales de penetración violentas. 
- Utilizar geles de higiene íntima, mejor si llevan aceite de árbol del té. 
- Usar braguitas de algodón.
- Utilizar detergentes neutros para la ropa íntima.
- Evitar los baños (en la bañera).
- Descansar (mental y físicamente) 
- Evitar llevar una vida sedentaria.
Hacer ejercicio físico, aunque sea moderado. Se recomienda la práctica de yoga.
- Evitar el estrés en lo posible.
- No avergonzarse de esta condición, hablar de ello para que sea más fácil de comprender por los demás.
 
Todas estas recomendaciones son complementarias, en muchos casos no sustituyen un tratamiento eficaz ya que la infección-inflamación uterina puede requerir de pruebas e intervenciones específicas.